Una frase de cajón: Esperamos solo se trate de un corto hasta luego.
Fotografía de: Claudia Patricia Vela. Tomada de: Archivo.
Algunos días son complejos y sombríos. Sobre todo, aquellos donde la inspiración se hace notar por su ausencia. Creo que este es un día de esos. Tal vez por algunas circunstancias no esperadas, o simplemente por el helado y lluvioso clima de la Sabana de Bogotá. En fin… poco por hacer.
Esta sensación, frecuente, por cierto, la tuve cuando en mi niñez, enteraba en una mañana de la muerte de “Don Ramón”, don Ramón Valdez. La tristeza me embargo por varios días. Las cosas no parecían ser iguales. ¿Qué pasaría en la vecindad? Se había ido el mejor personaje. Entre en un bache. No obstante, no es de poca monta que ellos hayan trascendido e inmortalizado su imagen y talento.
Hasta hace unos días, tuve el privilegio de trabajar hombro a hombro, con (desde mi opinión) uno de los mejores, audaces y prácticos diseñadores digitales que he tenido la oportunidad de compartir. Pero no por sus virtudes profesionales y su ahínco laboral llegó a convertirse en un eje social entre nuestro grupo. Siempre había un “sí” por respuesta. Esta palabra le acompañó su vocación de servicio desde que llegó como el muchacho que se quiere “tragar el mundo”, porque sabe que los chances son escasos privilegios de un sistema en crisis.
La razón notable de su despedida que, desde luego, genera cavilaciones e incertidumbre, es la insuperable causa que produce la extinción de la llama de la amabilidad y empatía que irradia en su entorno. Ha sido imposible, socavando en los más profundo de las cloacas de las habladurías, encontrar una sola referencia en contra suya. Sin lugar a dudas, alguien que deja huella.
Pero sin duda, lo más extraordinario es su historia. Con grandes obstáculos, pero con el apoyo irrestricto de sus padres, a su corta edad es reflejo de la constancia: la perseverancia. Hay algo especial que en pocas personas he encontrado, ni siquiera en mi mismo, y es un ritmo de piloto automático, muy raro en estas sociedades paternalistas: donde todos esperamos que alguien nos indique que hacer… Y este piloto no tenía fin, no había stop u off. El reto no tenía fondo, y su descenso era vertiginoso. En palabras de gerentes de proyecto: un recurso eficiente que optimiza sus procesos, con alta dirección a la efectividad: Rápido y calidoso, y este último, en un amplio rango de sentidos.
Solo espero haber contribuido positivamente en su paso feliz por la vida y sus problemas. Trato de ver en mis compañeros y alumnos aquellas botellas que se dejan en el mar, a la deriva, hasta que anclen y sean provechosas. Vivir cada segundo, haciendo lo más deseado: dormir, disfrutar de una cerveza en la mejor compañía, dejarse sorprender del mundo natural y su perfección, tomarse un tinto y fumarse un cigarrillo… Todo aquello que está dentro de la órbita de los derechos propios sin afectar a nadie. Este es el resumen de mis palabras de despedida.
Pienso que este es el preludio de una historia llena de éxitos. De ser un referente profesional en lo que sabe y hace. De sus buenas ideas que se materializan en interesantes emprendimientos, a los que les dedica su tiempo de ocio. Porque donde halle sus huellas, un buen comentario recibiremos. Un logro compartido de un equipo solidario, fuerte y competitivo. Todos ellos son loables.
Felipe, ¡buena suerte y hasta pronto!
Colofón: Si bien el profe no llega a segunda vuelta en las presidenciales en Colombia, logró bajar los índices de abstención en Colombia, movilizando muchos desconectados con la democracia y su modelo de gobierno. Paso a paso…

